Género de temporada: Solenopsis

Sólo para Socios: 

GÉNERO DE TEMPORADA.

Para este primer género de temporada (que algún nombre debía tener esta sección) he escogido este interesantísimo género (que todos lo son también, a decir verdad) que es Solenopsis. Como excusa sólo puedo decir que como últimamente estoy nadando casi literalmente entre sexuados de Solenopsis, cortesía de la piscina del Sot de la Masia, las tengo bastante en mente a menudo y se me ocurren cosas que contar de ellas.

Una aclaración hay que hacer: Esta sección no es en exclusiva mía, ni mucho menos. La haré cuando no se haya recibido ningún escrito acerca de otro género, qué remedio. Pero evidentemente que otros autores colaboren enriquecerá a “género de temporada”, pues hay muchas maneras de contar cosas de las hormigas, y muy seguramente la mía ni sea la mejor ni la más documentada ni la procedente de la persona que más sabe en el tema. No hay porqué siquiera hacer un repaso general de un género, se pueden explicar cosas sobre un grupo dentro de un género (llámese subgénero o como se quiera).

Hay cuarentaytantos géneros de hormigas en la Península Ibérica, así que para que la idea se agote harán falta bastantes números del Boletín. De todos modos y pensando en el lejano futuro (tenemos la confianza de llegar allí), nos abrimos también a recibir cosas de géneros de nuestro entorno inmediato.


SOLENOPSIS.


Emery lo denominó crux myrmecologorum a principios del siglo pasado.

Eso dice mucho acerca de este género, y especialmente de las que podemos encontrar en Europa, pertenecientes todas ellas al subgénero(1) Diplorhoptrum y llamadas “hormigas ladronas”, a las que nos referiremos aquí.

Son hormigas de muy pequeño tamaño, más o menos un par de milímetros en las obreras, hipogeas, y de color amarillo, miel, o similar.

 

Rara vez se las verá forrajear por la superficie. Sin tener que levantar piedras, que normalmente es la manera de toparse con ellas, o mirar el contenido de trampas de caída, las únicas veces que las he encontrado ha sido en circunstancias muy especiales. Una vez, se encontraban debajo del portaobjetos de vidrio que hacía de soporte al atún de unos cebos,
presumiblemente sorbiendo ávidamente el aceite que se desbordaba hacia el suelo. En otra ocasión, estaban debajo de un trozo de comida tirado en el suelo y completamente rodeado de Tetramorium, como un montón de minúsculos trocitos de plástico amarillo (a tal cosa me recuerda su brillo).

 

 

Esto último que se comenta sirve para enlazar con otro
aspecto interesante de su biología, aparte del hecho de que parecen querer tener alguna especie de techo antes de aventurarse a emerger a la superficie (durante los vuelos nupciales es otra cosa). Algunas especies son lestobióticas, esto es hormigas ladronas, que es el nombre que se ha usado en ocasiones para referirse a ellas.
Aprovechan su minúsculo tamaño para colarse dentro de colonias de otras especies más grandes y saquear sus reservas de alimentos. Las hormigas mayores se ven incapaces de impedir esta entrada al no poder acceder a las galerías de las Solenopsis, que están obviamente realizadas a su reducida escala y son mucho más estrechas que las suyas.

 

Una cosa que llama mucho la atención en este género, es la diferencia de tamaño existente entre las obreras y los sexuados, de las más grandes de todas las hormigas.

Los vuelos nupciales pueden ser verdaderamente masivos. Las fechas, pues dependerán de las distintas especies. Entre junio y octubre, muy a grosso modo, tendrán lugar las salidas de sexuados de distintas especies.

La cría en cautividad no resulta fácil, al parecer. Voces bastante entendidas afirman que las reinas mueren a puñados.

 

Sobre identificar especies, es un lío de los gordos. En las claves de Collingwood de 1976 aparecen ocho especies para la Península Ibérica, pero a la hora de ponerse a identificar con solamente obreras, la cosa se oscurece. Colonias con obreras aparentemente iguales (2), tienen sexuados distintos y que además aparecen en meses distintos. Aunque es cierto que existen trabajos con claves como el de Bernard para las Solenopsis de Francia y otros algo más antiguos, se hacen difíciles de usar sobretodo en cuanto a incompletos por desconocimiento de una u otra
casta en muchas de las especies. Además coger cualquier muestra de aquí y hacerla pasar por sus claves es arriesgarse a la desazón, pocas veces acaban
cuadrando satisfactoriamente en la especie que resulta de las claves.

Todo el grupo espera al valiente que se atreva a hacer una revisión ¿Y mientras tanto? Habrá que seguir haciendo uso de los odiosos Solenopsis sp, Solenopsis sp1, etc etc…

Notas:

1: Hay a quien no le gustan los subgéneros por razones
bastante razonables, que no discutiré aquí. Si a alguien no le gusta el término subgénero, sustitúyalo por “grupo de especies”.

2: Cosa del todo común, por cierto. De todas las muestras que he visto de Cataluña, quizá solamente una o dos sean netamente distintas del resto en las obreras.

Fotografías: Rafael Yepes, Fede García, Alex Portheault, Alvaro Rodríguez.

Bibliografía:

Bernard, F.
1978. Révision des Diplorhoptrum de France, fourmis plus différenciées par
l'écologie que par leurs formes. [Hym. Formicidae]. Annales de la Société Entomologique
de France (n.s.) 13: 543-577.

Collingwood, C. A. 1978. A provisional list of
Iberian Formicidae with a key to the worker caste (Hym.
Aculeata). Eos 52:
65-95.

Santschi, F.
1934. Contribution aux Solenopsis paléarctiques. Revue Suisse de Zoologie 41:
565-592.

 

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