[…] Sin embargo, debido a la pequeñez de su cabeza, la hormiga tiene los ojos situados sobre ciertos apéndices en forma de cerdas [antenas] que emergen de su cabeza. La característica de dichos apéndices es que, cuando ambos son amputados, la hormiga comienza a vagar sin saber adonde se dirige, y entonces se une a cualquier otra hormiga amiga, agarrándose fuertemente, para poder volver a casa, y en tal manera quedan sujetas, que difícilmente pueden separarse […].
|