El cartapacio de Cajal sobre las hormigas

Ayer tarde, cuando nos dirigíamos en autobús hacia el centro de Madrid, hicimos una parada en Atocha. Llevaba en el bolsillo la cámara, dispuesto a fotografiar la casa donde vivió Cajal desde 1912, sita en la calle Alfonso XII, junto al parque del Retiro.

Fachada de la casa de Cajal en Madrid

 

A la izquierda de la casa, a sólo unos metros, estaba el Museo Velasco –ahora Museo de Antropología– en cuya planta segunda se ubicaba el Laboratorio de Investigaciones Biológicas donde Cajal trabajó a lo largo de 30 años.

Museo Antropológico (antiguo Museo Velasco)

 

Justo en frente de la casa, cruzando la calle, se encuentra el cerro de San Blas, extremo sur del Retiro, en cuyo promontorio se divisa el Observatorio Astronómico. Al lado del Observatorio se inauguró, en 1932 –dos años antes de la muerte del sabio– el edificio de la primera sede del Instituto Cajal.

Cerro de San Blas con el Observatorio Astronómico

 

Este cerro cercano a su casa madrileña fue uno de los sitios preferidos por Cajal para realizar sus observaciones sobre las hormigas, observaciones que se extendían a otras áreas del Retiro, a la zona de Cuatro Caminos y a los terrenos de su casa de La Granja, Segovia.

Cajal publicó dos estudios histológicos sobre los insectos. Uno en 1915, con su discípulo Domingo Sánchez: Contribución al conocimiento de los centros nerviosos de los insectos; otro en 1918: Estructura de los ocelos de los insectos. Poco después, entre 1918 y 1920, dio comienzo a sus indagaciones mirmecológicas. Se interesó primeramente por la capacidad sensorial de varias especies de hormigas, entre ellas Aphaenogaster senilis, Cataglyphis sp., Formica fusca, Formica rufa, Formica rufibarbis, Formica sanguinea, Lasius niger, Messor barbarus, Pheidole pallidula, Polyergus rufescens y Tapinoma erraticum. Fruto de estas observaciones fue su interesante artículo Las sensaciones de las hormigas (1921), en el que incluyó varias ilustraciones.

Aparato visual de Messor barbarus
(Según Cajal, 1921)

 

Este recorrido desde la anatomía, pasando por la fisiología sensorial, desembocó en observaciones sobre comportamiento. Cajal abordó entonces el problema de la orientación y del retorno al nido, con numerosos experimentos y registros de rutas de exploración de hormigas individuales. Se interesó también por las incursiones esclavistas de Polyergus rufescens, por la construcción de nidos, etc. Pero esta parte importante de su labor mirmecológica quedó inédita y Cajal no llegó a prepararla de cara a su publicación.

El grueso manuscrito sobre las hormigas quedó olvidado en una de las cajas que albergaba el Legado tras la muerte de Cajal en 1934. Sólo hace unos años se ha iniciado el adecuado estudio y catalogación del Legado Cajal por parte del Dr. Miguel Freire y sus colaboradores. Al Dr. Freire debo la invitación para revisar la transcripción previa del manuscrito que llevó a cabo la Dra. Marta Lopera (2000). Pero muchos años antes supe de la existencia de estas hojas inéditas por el mismo Cajal, según deja dicho en una de sus obras literarias: “Sobre el magno problema del retorno al nido en las hormigas guardo grueso cartapacio”. En los años 80 marché una semana a Madrid a intentar localizarlo. Llegué a entrevistarme con la amabilísima Enriqueta Lewy, la que fuera última secretaria de Cajal. Finalmente no tuve suerte…, hasta hace tres meses, en que me vi frente al buscado cartapacio.

Sentado, Cajal. El primero por la izquierda, su discípulo
y naturalista Domingo Sánchez. La primera por la
derecha, su última secretaria Enriqueta Lewy

 


Tras dos meses y medio de trabajo presenté al Dr. Freire un informe sobre la revisión. En el apartado “Método” decía:

2.2 La revisión de la transcripción de Marta Lopera se ha realizado en dos formas:

a) Distribuyendo espacialmente el texto revisado (en formato Word) tal como está en las hojas manuscritas. Así, los comienzos y finales de cada línea del texto revisado coinciden ahora con los del original, y la ubicación espacial de palabras, párrafos y dibujos se asemeja a la dispuesta por Cajal en las hojas.

b) Corrigiendo el texto. Se han suprimido palabras que no estaban en el original, añadiéndose otras que faltaban. Se han modificado signos de puntuación, mayúsculas y minúsculas, letras y palabras completas. En algunos casos se han hecho transcripciones nuevas ausentes de la Base de Datos del Legado Cajal.
Cajal hacía a lápiz muchas anotaciones in situ de los experimentos, que posteriormente repasaba a tinta; en bastantes casos se han recuperado dichos fragmentos a lápiz, confundidos a veces entre las palabras a tinta, cuando contienen información diferente o suplementaria.

Y a modo de conclusión terminaba el informe con estas palabras:

3.6 De la inspección del material fotográfico disponible, y a falta del necesario cotejo con los originales, se concluye que el manuscrito de Cajal sobre las hormigas está compuesto por 219 hojas (197 hojas sueltas y 22 hojas de cuadernos). Más de la mitad de dichas hojas están escritas por ambas caras, lo que resulta finalmente en un total de 356 imágenes (una por cada cara con texto) y, por tanto, en 356 transcripciones.

Por delante queda el estudio propiamente mirmecológico de las observaciones cajalianas, estudio que requerirá del interés y del apoyo de las instituciones.

Concluyo este artículo con la transcripción de dos textos nuevos que encontré (no registrados en la Base de datos del Legado), donde Cajal anota sus pesquisas sobre el minado de los hormigueros de Messor barbarus y Aphaenogaster senilis después de las lluvias:

En 23 Diciembre todos los
nidos del canalillo tapados.
--------
Despues de las grandes lluvias
en el Canalillo, tanto la Afeno
gaster barbara, como la testaceo
pilosa abren poros de ventilacion
Estos poros, en algunos nidos que
no tenian sino una boca llegan
a 27 o 30. Es singular que
formen montones de tierra alrededor
de los agugeros. La tierra esta como
tendida en plano.
A los dos dias con una
noche de lluvias siguen
los agugeros multiples en el
hormiguero de la testaceo pilo-
sa y del Aphenogaster barbara.
-------
A los 4 dias la \\\testaceo\\\ tiene 19 agu
geros algunos semitapados; la gorda /barbara/ 21
(junto a la pared) Algunos estan entre la
cal y los ladrillos aprovechando grietas

*****

\\\Hormigas\\\

Un dia despues sigue igual
pero hay que notar que la noche
pasada ha vuelto a llover.
La barbara son 23 o 24 la
otra 16 agugeros. Parecen
mas bien aumentados.

Resulta que a los 4 ó 5 dias
de sol disminuyen los agugeros
a dos en 1 y a 4 o 5 en
otra. Que aumenta la tierra
extraida.
Conclusion: sin perjuicio de la
ventilacion creo que los agugeros
nuevos despues de la lluvia y la
gran cantidad de tierra extraida
tienen por principal objeto am-
pliar las galerias de los nidos
y acaso reparar hundimientos