Grupos funcionales de hormigas: Introducción

Resumen de la propuesta de grupos funcionales de hormigas para la Península Ibérica y Baleares, y su uso como bioindicadores

Las hormigas son importantes componentes de muchos ecosistemas debido a su biomasa y su papel ecológico, cumpliendo con los cinco requisitos para ser un buen bioindicador:

  1. Suficiente distribución, abundancia y diversidad
  2. Importancia funcional en los ecosistemas
  3. Sensibles a los cambios ambientales
  4. Facilidad de muestreo, clasificación e identificación
  5. Permitir la interpretación de los cambios observados

El importante papel de estos insectos como organismos bioindicadores se ha ido consolidando en las ciencias ambientales. Para facilitar su interpretación, se ha propuesto y aplicado la clasificación de las hormigas en “grupos funcionales”. Durante las décadas de los 70, 80 y 90 del siglo pasado, los mirmecólogos australianos —especialmente  PJM Greenslade y  AN Andersen— fueron los pioneros en desarrollar el corpus teórico de los grupos funcionales para los formícidos, basándose, principalmente, en las relaciones de dominancia específicas de la mirmecofauna australiana. Recientemente, los mismos o parecidos criterios de clasificación se han aplicado a otras zonas biogeográficas de Norteamérica y del área Mediterránea.

En este trabajo se propone una reasignación de hormigas a grupos funcionales adaptados específicamente a la mirmecofauna de la Península Ibérica y Baleares (45 géneros y 300 especies al 16.01.2010, según listado actualizado de formicidae.org).

GRUPOS FUNCIONALES PROPUESTOS:

  1. Invasoras y/o exóticas (IE)
  2. Generalistas y/o oportunistas (GO)
  3. Parásitas sociales (P)
  4. Especialistas de la madera gruesa muerta (CWDS)
  5. Especialistas de climas fríos y/o hábitats de sombra (CCS/SH)
  6. Especialistas de climas cálidos y/o hábitats abiertos (HCS/OH)
  7. Crípticas (C)

A su vez, a efectos pràcticos, estos grupos funcionales se han reagrupado en 3 categorías vinculadas más directamente al estado de conservación del medio:

I. Grupos funcionales indicadores de perturbación: IE, GO

II. Grupos funcionales indicadores de madurez: P, CWDS, CCS/SH, HCS/OH

III. Grupo funcional de las hormigas crípticas:  C

Con el objetivo de ofrecer una herramienta para la gestión de áreas naturales, que pueda servir como bioindicador de su estado de salud ambiental, hemos agrupado y ponderado algunos de los grupos funcionales propuestos en dos indicadores globales de madurez y perturbación, quedando el resto como especies crípticas. Finalmente, lo hemos aplicado a algunas mirmecocenosis de diferentes zonas de la Península Ibérica, tipificando el estado de cada una de ellas. Queda claro que el uso más adecuado se obtendrá cuando se aplique la metodología a lo largo del tiempo en un programa de monitoreo.

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Nota: Antes de empezar con la discusión de los taxones más conflictivos y sus asignaciones a grupos funcionales concretos, en mi próxima aportación al blog plantearé los criterios que nos han llevado a prescindir o a adaptar los grupos funcionales que se habían propuesto hasta la fecha.