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por Salva Renau
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Qué decir de mi primer Taxomara? Pues que ha sido una gran experiencia, y no diré irrepetible, pues espero que no sea la última. El año que viene se hará en Girona y me queda más cerca de casa. El tiempo lo dirá.
Sobre lo que significa esta experiencia diré que, aunque esperaba cosas positivas, nunca me llegué a imaginar lo especial que sería. He aprendido mucho y mucho, y no sólo del mundo de las hormigas, sino de muchas otras cosas relacionadas.
Gente que trabaja en esta materia día a día, que investiga, que analiza, que descubre aspectos nuevos sobre las hormigas, de su comportamiento y de cómo afectan a la cadena natural. Auténticos profesionales en este campo que, además de compartir sus conocimientos con el resto de aficionados, son capaces de adaptarse a nuestro desconocimiento, se comportan como auténticos profesores.
También de otros aficionados no profesionales. Abiertos a compartir y a hacernos sentir cómodos y a gusto a nostros, los nuevos. Puedo decir que he hecho amigos, compañeros, buenos compañeros. A algunos de ellos ya los trataba vía Internet, y ya les notaba aquella nobleza que caracteriza a la buena gente, algo que no abunda hoy en día. Todos con defectos, pero también con muchas virtudes. Me quedo con lo segundo, claro.
¿Y de anécdotas? Un par, al menos. Recuerdo que decidí hacer el viaje en avión y buses con la camiseta de La Marabunta. Una manera de identificarme ante cualquier otro aficionado a las hormigas que fuera también hacia Ronda. Me pareció muy extraño no encontrarme a nadie por el camino. Una vez en Ronda, contacté con los primeros asistentes que estaban haciendo una cerveza en una terraza. Pues parece ser que estuve viajando en avión con cuatro de ellos, me vieron con la camiseta y no me dijeron nada de nada. Mal empezaba, pensé. Pero todo lo contrario, gente encantadora, sólo fue un lapsus.
También el último día, después de la cena de clausura, nos despedimos todos. Voy a saludar a Xavier Espadaler y me dice: Mira, el raro. Raro? - Respondo yo. Es raro que a un informático le gusten las hormigas - dice Xavier. Yo lo intento convencer de que la informática se mueve por lógica y que este mundo de las hormigas, una vez lo conoces, también tiene su lógica. Pero los tiros no iban por ahí. Se refería a que conoce un montón de informáticos y todos son un poco raros. Pero yo era diferente, decía Xavier, era demasiado normal para ser informático. Es que yo soy diferente, - le dije. De todas formas tenía un poco de razón, los informáticos suelen ser un poco raros, siempre hablan de bits y de bytes, pero yo no soy así, y me alegro de marcar diferencia.
Gente especial, como diríamos coloquialmente, cojonuda. Roberto, Fran, los dos Rafas, Gerardo, Gemma, Raúl, Xavier, y muchos otros. Simplemente, un encanto de gente. No sólo compartimos tiempo durante las investigaciones sino también fuera de allí. En las comidas, en las cenas, yendo de copas. El tema de la identificación basándonos en las claves taxonómicas. Un tema complicado para los aficionados, pero todo es empezar. Eso sí, entre los profesionales, unos auténticos mega-cracks. Hacía mucha gracia ver a todos discutiendo género, subfamilia de las hormigas encontradas. Una simple ojeada con lupa de uno de los especialistas y todo solucionado.
Recuerdo haber tomado una mini colonia en La Nava (reina, 12 obreras, y larvas). Por la tarde tocaba identificar. Era una Tapinoma, eso sí, pero ¿qué más? Se la enseñamos a Xavier Espadaler. Toma una obrera viva con sus dedos, saca la lupa, observa y: Tapinoma madeirense, - dice. Y cómo se diferencia del resto de Tapinomas? - digo yo. No se qué de una marca frontal por encima de las mandíbulas, o algo así. Perdonad pero soy inexperto. Para flipar.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que vale la pena. Es una experiencia que recomiendo a todos los que no la han tenido. Es algo para recordar y que me ha instruido mucho. También me ha ayudado a apreciar más el papel de las hormigas en nuestro ecosistema.
¿Y porque he hecho un resumen en forma de revista? Pues por que me gusta compartir todo lo que me parece especial y útil para los demás. No pretendo nada del otro mundo. Sólo que los que fuimos allí podamos recordar estos días también a través de esta publicación. Y para los que no estuvieron, animarles a que se apunten, si pueden, el próximo Taxomara 2011 en Girona. No se arrepentirán, os lo aseguro. Y si algo que he escrito no es del todo correcto o está erróneo, que me lo comuniquen y lo modificaré. Sólo espero que os haya gustado. Y perdonad las faltas ortográficas o gramaticales que encontréis. Soy informático, ni escritor ni periodista. Salud a todos.
Nota de la Redacción
Agradecemos una vez más a Salva Renau que haya cedido su crónica sobre el Taxomara 2010 —publicados inicialmente en el Foro de Lamarabunta— para los Mirmeco-Noticias de la AIM números 13 y 14. ¡Muchas gracias!