Actividades mirmecológicas en Briviesca por David Cuesta Segura

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Como sabréis la mayoría, el pasado mes de agosto (del 3 al 8) hubo en Briviesca (Burgos) unos días de actividades relacionadas con el mundo de las hormigas. Con dichas actividades colaboró el Excmo. Ayuntamiento de Briviesca, que facilitó las instalaciones y los euros justos para comprar el material de los juegos y talleres.

Durante esos días la exposición fotográfica de la AIM estuvo en un edificio que alberga muchas de las actividades de la localidad. El edificio es conocido como “El Hospitalillo”, fue parte de un convento, posteriormente tuvo un uso público, luego cayó en el olvido y hace unos años fue restaurado por el ayuntamiento para darle diversos usos. Las actividades de las que hablaremos tuvieron lugar en el claustro de la primera planta, que por suerte está acristalado, lo que impidió que el viento burgalés nos dejase sin nada. Lo único que había en la pared para colocar la exposición era alguna alcayata, pero con ingenio y algunos metros de alambre solucioné el tema. Entre alcayata y alcayata, una alambre bien tensa donde a su vez se colgaba cada columna de fotos. Estas columnas de 3-4 fotos estaban también unidas por alambre y cinta adhesiva. ¿Y para qué tanto pifostio? Para paliar el inconveniente del lugar, y es que durante la mañana el edificio no estaba vigilado y había que montar y desmontar la exposición todos los días para evitar actos vandálicos. Así que todas las tardes y además las mañanas del fin de semana, montamos y desmontamos la exposición. Por suerte, el proceso duraba unos 10 minutos gracias al sistema no patentado para colgar las columnas de fotos de una vez. Sobre la exposición en sí no comentaré nada (sólo unas fotos), ya se pudo ver en el Taxomara de Ronda y en el reportaje fotográfico de su estreno en León (en la web de la AIM).

En la parte de juegos y talleres, con ayuda de Alba y de mi hermana Sara, hicimos varias cosas:

1) Una sopa de hormigas, que era una como una sopa de letras, pero con palabras que aparecían en el texto de la exposición. Para facilitar la tarea las palabras estaban listadas debajo de la sopa. Yo competí dos veces… y perdí, debo de ser muy lento.

2) El juego de la hormiga, tipo juego de la oca. La protagonista es una valiente hormiga que tras perderse, tiene que volver a su hormiguero sorteando varios peligros y encontrando algunas casillas de suerte. A esto sí que gané alguna vez, pero sólo alguna.

3) Dibujos para colorear y material para dibujar. Gracias a Alba, los casi siempre infantes (que no siempre) pudieron pintar diversos modelos con los que liberar su creatividad cromática.

 

4) Varios puzles con diferentes grados de dificultad, creados a partir de algunos de los dibujos de la sección anterior e impresos en cartulina.

5) Taller para montar nuestra propia hormiga. A partir de dos corchos de botella reutilizados (previamente cortados y taladrados), unos trozos de alambre (ya cortados) y unas témperas, los asistentes montaron y pintaron su propia miniatura de hormiga, coloreándola a su gusto y teniendo como modelo las hormigas de las fotos. “¡¡Señora!! Monte su propia hormiga por un leuro, sólo un leuro, estamos que lo tiramos, oiga”.

 

6) Hormigueros vivos y muestras. Dos hormigueros estuvieron para el disfrute de los asistentes, uno de Crematogaster auberti y otro de Tetramorium impurum, con reina, larvas, etc. Unos botecitos de alcohol con algunas hormigas carpinteras (Camponotus sp.) de Costa Rica y una obrera de Dinoponera sp. procedente de Iguazú (Argentina) con el objetivo de observar lo grandes que pueden llegar a ser. Y una espina hueca de las producidas por el género Acacia, que albergaba unas Pseudomyrmex sp. en Costa Rica.

7) Y por último, el ejército de hormigas de Joao, que recién creado estaba aprendiendo a comportarse con el público. Una reina y diecinueve obreras de alambre, junto con una masa de larvas que sorprendió a más de uno. Este hormiguero de alambre reside de forma permanente en Portugal, en el Insectozoo de Joao Pedro Cappas e Sousa.

Salida al campo

Para terminar la semana de actividades, el domingo por la mañana (con asistencia escasa a pesar del horario accesible) se hizo la salida al campo para observar hormigas vivas. La salida transcurrió en una zona con pino de repoblación maduro y zonas abiertas, conocido como Monte de los pinos y que está a cinco minutos del centro del pueblo. El tiempo acompañó, encontramos muchas cosas y los que fueron lo pasaron muy bien.

En la zona, entre ese día y un muestreo anterior realizado entre Chousas y yo, se han encontrado 25 especies de 12 géneros, con alguna sorpresa que pronto se revelará. Los géneros encontrados fueron: Aphaenogaster, Camponotus, Crematogaster, Formica, Lasius, Messor, Myrmica, Plagiolepis, Solenopsis, Tapinoma, Temnothorax y Tetramorium.

La experiencia en general fue muy positiva. La mayoría de la gente empezaba con recelo (¡¡¡y eso que era gratis!!!), pero pronto les surgía la curiosidad y las dudas por algunas cuestiones. Así que tuve que trabajar bastante, cosa que se agradece en estos casos.

En cuanto a difusión, se colocaron carteles informando de la actividad en Briviesca, Burgos y algunos pueblos de la comarca. La reseña salió en el “libro de actividades de las fiestas”, y una breve reseña apareció en el periódico provincial “El Correo de Burgos”. El tríptico informativo y el logo la AIM estuvieron expuestos al público durante toda la semana.

Para finalizar agradecer enormemente a Alba García Sanjuanes y Sara Cuesta Segura su ayuda durante el montaje; A ellas y a otros amigos y familiares su compañía durante alguno de los días de esa semana de actividades; Y a todos los asistentes, sin los cuales nada de esto tendría sentido.